La primera central de ciclo combinado inaugurada en España fue la central de San Roque en Cádiz, con una potencia de 850 MW. A partir de su puesta en funcionamiento en el año 2002, la importancia en la generación de energía eléctrica a partir de centrales térmicas de ciclo combinado ha sido creciente dentro del mix de generación eléctrica de nuestro país. A lo largo de ese año 2002, entraron en funcionamiento las seis primeras centrales de ciclo combinado en el sistema español, terminando el año con 2.794 MW de potencia instalada en la península.
El incremento de consumo de energía eléctrica provocó la incorporación de nuevas centrales de ciclo combinado con posterioridad a 2003 lo que supuso que la potencia instalada en España al final de 2012 alcanzara los 24.948 MW, manteniéndose la capacidad de generación procedente de estas centrales hasta el momento presente.
En lo que respecta a la evolución de la potencia instalada procedente de centrales de ciclo combinado ya en 2003, se disparó un 57% hasta alcanzar 4.123 MW, cifra que prácticamente se duplicó en el siguiente ejercicio hasta situarse en 8.062 MW. En este sentido, resultan reseñables el año 2005, en el que entraron en servicio ocho nuevos grupos de ciclo combinado, el año 2006 en el que se incorporaron 3.121 MW procedentes de seis nuevos grupos de ciclo combinado y el año 2007 en el que se produjo el mayor aumento de potencia instalada procedente de esta tecnología computando 5.367 MW adicionales con once nuevos grupos de ciclo combinado y alcanzando una potencia total acumulada procedente de esta fuente hasta los 20.762 MW. Al año siguiente coincidiendo con una menor disponibilidad e inversiones y una minoración de los incentivos a la instalación se frenó el ritmo de crecimiento quedando limitada su aplicación a partir de operaciones de subasta y antes situaciones deficitarias derivadas de la imposibilidad de cubrir la demanda eléctrica.
Durante la crisis económica que se extendió a partir de 2008 y se prolongó hasta 2012 la instalación total de potencia vinculada a los ciclos combinados se limitó a 4.276 MW. De esta forma, la potencia instalada en España al finalizar 2012 alcanzó los 24.948 MW, manteniéndose la capacidad de generación procedente de estas centrales hasta el momento presente. En el período comprendido entre 2013 y 2022 no se ha producido crecimiento de la potencia vinculada a ciclos combinados, de hecho, se redujo en 386 MW como consecuencia del cierre de la Central de Tarragona. El balance final en la actualidad es que hay una potencia instalada vinculada a las Centrales de Ciclo Combinado de 24.562 en toda la península.
En el siguiente mapa podrá consultar los municipios españoles con centrales térmicas de ciclo combinado.
